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Debate
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Me parece muy bien que se solicite respeto para la mujer que acusó al futbolista Rubén Castro, esa mujer que solicitó que se le impusiera una pena de casi nueve años de prisión por un episodio de maltrato que no ha quedado probado. El respeto, de hecho, ha de ser la base de toda convivencia democrática y del propio Estado de Derecho. Lo malo es que quienes reclaman ese reconocimiento para ellos mismos, no predican con el ejemplo y no respetan, en recíproca consideración, a quienes imponen sus convicciones y prejuicios.La dictadura de género no admite que haya un Tribunal que desbarate su estrategia que descarta la presunción de inocencia. Con todo el respeto, eso sí, con el mismo respeto que hacía Rubén han tenido personajes, cargos públicos, cargas públicas, cocinillas y otros bastardos medios de comunicación que viven de las subvenciones, ahora es legítimo pensar que la denuncia ha podido obedecer a una calculada argucia de sacarle al futbolista de éxito, que sufre de una calentura consustancial a su edad, todo lo más posible. Se podría pensar que todo obedecía a una artimaña, un chantaje para extorsionarle. De hecho se le pedía una indemnización sustanciosa por la presunta, porque era presunta, agresión sufrida en un hotel.Lo malo, que es lo bueno para la Justicia con mayúsculas, es que hay jueces que aún no están adoctrinados por la ideología de género, pues otros por mucho menos, con menos prueba incriminatoria, han mandado a la cárcel en base al mero testimonio de una víctima, que es así considerada de forma apriorística sin posibilidad de admitir el beneficio de la duda en beneficio del acusado, al que se le priva de todo derecho de defensa. Con todo el respeto, por tanto, nos encontramos ante un personaje público estigmatizado, que ha sufrido el juicio mediático y al que ya le había adjudicado, sin admitir réplica, el sambenito de maltratador.Por tanto, con todo el respeto, ahora, con una sentencia absolutoria recaída en primera instancia y sin posibilidad de que se pueda reproducir prueba en la segunda, hemos de considerar que se ha hecho Justicia. Ahora el feminismo radical se revolverá pues se le ha escapado un caso ejemplar para sostener lo malísimos y maltratadores que son todos los hombres, incluidos esos futbolistas de élite machistas que se merecen un auto de fe de la nueva Inquisición de género.Hizo bien Rubén, pensando en cómo funciona la justicia de género, en marcharse a China. Ya había sufrido la pena, el reproche, el estigma, la condena pública. Pero ahora se le ha escapado al aquelarre de género, que no ha conseguido rematar su prestigio, su carrera profesional y su joven vida, en la hoguera. De nos ser que volvería a Real Betis, incluso sería comprensible pensar que no merece la pena regresar a un país en donde por no respetar, no se respeta ni la presunción de inocencia de los cientos de miles de varones que son denunciados por violencia de género. Y sin que esa injusticia encuentre compensación, por más que se inviertan miles de millones de euros, en la erradicación de una lacra que padecen las mujeres que sufren maltrato machista, que claro que existen, y que no se atreven a denunciar, entre otras causas, por culpa de quienes se preparan profesionalmente para sacar provecho a costa de su sufrimiento.
FRANCISCO SERRANO CASTRO
Magistrado | Abogado | locutor y director de 'Justicia Social' en RSXXI
Redactor y director del periódico digital 'XYZ'@despachoserranoabogados.com
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