-
Debate
-
De sobra es conocido que en este país no estamos faltos de payasos, y no, no me refiero a ese tipo de payasos simpáticos, bobalicones, que transmiten sentimientos de bondad y hacen reír a chicos y mayores, pues aún se me viene al recuerdo las momentos inolvidables que a los niños de nuestra generación, nos hicieron pasar los payasos de la tele, Gaby, Fofo, Miliki, Fofito con Milikito. Se me rompían las cuerdas vocales de contestar a su sempiterna pregunta de : Cómo están ustedes? Y los niños siempre respondíamos con un ¡¡ Bien !! que nos salía del corazón y de la confianza que nos transmitían aquellos caballeros de la candidez, ingenuidad, comediantes que representaban la savia nueva de una España que se reinventaba y que había sabido salir de una Dictadura, sin rencor y con la mirada puesta en una ansiada Democracia.Los tiempos han cambiado lamentablemente. Ahora añoramos a esa querida familia de entrañables payasos profesionales, que han sido sustituidos por otra semblanza de payasos aficionados que se dedican a sembrar el terror con sus payasadas que no tienen ninguna gracia. Y lo cierto es que han proliferado y, hasta el punto, que entre el concurso de méritos para alcanzar cuotas de poder, hoy en día se tiene muy en cuenta su nivel y capacidad para hacer el payaso.Y así encontramos payasos terroríficos en política, unos payasos que encuentran en las cámaras legislativas su particular circo en el que escenificar sus actuaciones estelares , sin descartar seguir representando sus coreografías en calles y espacios públicos, como universidades sin ir más lejos. Algunos de esos payasos incluso llegan a sembrar el terror entre sus propios correligionarios , que no tienen más remedio que pararles los pies para que no sigan haciendo el ridículo y para que no pongan en peligro la estabilidad de su partido y de España. Hay payasos nacionalistas que montan un complejo entramado de desobediencia y sedición; hay payasos terroristas que ahora se disfrazan y se atreven a llamar terroristas a sus propias víctimas; hay payasas y payasos de género que a costa de mentir han generado una mentalidad colectiva que ampara su objetivo de acabar con los valores y estructuras sociales; hay payasos periodistas que se dedican a reír las gracias a los otros payasos que cubren sus gastos editoriales y que han olvidado las piedras de clave del auténtico periodismo; hay payasos en la Justicia en la que se ha extendido el cáncer, nada divertido, del clientelismo político, el fanatismo ideológico y la cobardía.En fin, un compendio de payasos que tienen sumidos en el terror a un sector de la sociedad que aún se resiste a no ser sometida por ese perfil de estupidez que, al resto de una sociedad adocenada, le hace ser indulgente con sus payasadas. Y ahora, que se acerca Jalogüín nos encontramos con la importación de otra moda americana, la de los payasos terroríficos que con nocturnidad y alevosía pretenden romper nuestra paz, sosiego y reposo ante tanto esperpento nacional. Cuando andamos de noche tranquilos, zas aparece el payaso asustaviejas. Como éramos pocos….Lo que no saben esos desgraciados es las ganas que tenemos muchos de darle una buena hostia a uno de esos payasos que les han precedido en sus andanzas, por lo que habrían de saber que se arriesgan a recibir una buena somanta de palos de más de uno que encuentre en ellos la excusa para romper en sus lomos la vara que nos hubiera gustado estampar en los morros de esos otros, que, de verdad, son los que me asustan.
FRANCISCO SERRANO CASTRO
Magistrado | Abogado | locutor y director de 'Justicia Social' en RSXXI
Redactor y director del periódico digital 'XYZ'@despachoserranoabogados.com
@xyzdiario.com/author/francisco-serrano
@radiosapiens.es/category/justicia-social-2
@sencillezyorden.es/users/francisco-serrano-castro/favoritesLIBRO ESTRELLA:
@sencillezyorden.es/libros-estrella/la-dictadura-de-genero
- Debes estar registrado para responder a este debate.