Las Tierras Negras (Chernozems) son el Granero del Mundo

Las tierras negras, o chernozems, son reconocidas mundialmente por su extraordinaria fertilidad. Estos suelos ricos en humus (compuestos orgánicos superficiales) se extienden principalmente a través de Ucrania, donde constituyen aproximadamente el 68% del país, representando más de un cuarto de los chernozems (tierras negras) del mundo. La distribución de estas tierras fértiles no se limita a Ucrania; se encuentran en dos grandes cinturones que atraviesan diversas regiones del planeta.

El primer cinturón se extiende desde el noreste de Ucrania, pasando por la “Región central de tierra negra (Chernozems)” de Rusia, y llega hasta el sur de Siberia, abarcando también el norte de Kazajistán. El segundo cinturón incluye partes de la pradera canadiense y algunas zonas de las Grandes Planicies de los Estados Unidos, entre Montana y Texas. Además, se encuentran en la provincia nororiental china de Heilongjiang, cerca de la ciudad de Harbin.

A nivel mundial, los chernozems (tierras negras) cubren alrededor de 230 millones de hectáreas, lo que equivale al 7% de la superficie terrestre libre de hielo. Esta distribución coloca a Rusia como el país con casi la mitad de los chernozems (tierras negras) del mundo, seguido por Ucrania, que atesora una cuarta parte de estos suelos.

El interés geopolítico en los chernozems es significativo, ya que estos suelos son cruciales para la seguridad alimentaria y la economía agrícola. Rusia, por ejemplo, ha mostrado un interés estratégico en las tierras negras de Ucrania, lo que podría otorgarle un control considerable sobre la producción mundial de trigo, sumando las producciones de ambos países. Este control sobre los chernozems (tierras negras) podría traducirse en un dominio sobre el 73% de la producción mundial de trigo, según datos del “Servicio Agrícola Exterior de EE.UU”.

China, aunque no posee una gran extensión de chernozems (tierras negras), reconoce la importancia de estos suelos para la producción agrícola y podría estar interesada en asegurar recursos agrícolas para su creciente población. Por otro lado, Estados Unidos, con su propio sistema de clasificación de suelos desarrollado tras la catástrofe del Dust Bowl, también valora la productividad de los chernozems presentes en sus Grandes Planicies.

Los chernozems son más que simples suelos; son activos geopolíticos que pueden influir en el equilibrio de poder y la seguridad alimentaria a nivel mundial. Su gestión productiva son esenciales para garantizar la seguridad alimentaria de las generaciones futuras y para mantener la estabilidad geopolítica en regiones clave del mundo.

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