El sorprendente fenómeno YIPS

El sorprendente fenómeno YIPS que afecta a deportistas, músicos y algunas tareas de precisión

Los Yips hacen referencia a un trastorno neuromuscular que se manifiesta como una pérdida repentina y temporal de las habilidades motoras que se produce principalmente en deportistas, músicos y otros profesionales que requieren movimientos finos y precisos en su trabajo. Los afectados experimentan temblores, espasmos, y falta de coordinación, lo que les provoca una disminución notable en su rendimiento.

Uno de los fenómenos más curiosos a los que se enfrentan muchos deportistas es el conocido como «Yips», un término que puede sonar informal, pero que describe una condición muy seria que afecta a profesionales y atletas de diversas disciplinas, impidiéndoles realizar movimientos que antes ejecutaban con facilidad.

Se observa con mayor frecuencia en deportes como el golf, y el tiro con arco, pero puede afectar a cualquier deportista o profesional que necesite un control motor preciso para desempeñar su trabajo.

Este fenómeno ha sido objeto de numerosos estudios y su origen todavía no está completamente claro, pero se considera que puede tener causas psicológicas y neurológicas.

Una de las teorías más aceptadas sugiere que el Yips tiene una base psicológica, similar a otros trastornos de ansiedad, los atletas o profesionales que experimentan una gran presión para rendir al máximo nivel pueden desarrollar una respuesta de ansiedad que se manifiesta físicamente como temblores o espasmos, y la anticipación del fallo y el miedo a no cumplir con las expectativas pueden generar un ciclo de retroalimentación negativa que perpetúa los síntomas.

Además, la búsqueda de la perfección y el miedo al fracaso son factores psicológicos que juegan un papel importante en la aparición del Yips, ya que la presión constante para mantener un alto rendimiento y la autoexigencia pueden desencadenar una respuesta de estrés que afecta a la ejecución de habilidades motoras finas.

Por otro lado, algunos estudios han sugerido que el Yips podría tener una base neurológica, y se ha planteado la hipótesis de que el «trastorno distónico», una condición neurológica que causa contracciones musculares involuntarias, podría estar relacionado con el Yips. Esta teoría se basa en la observación de que algunos atletas con Yips presentan síntomas similares a los de la distonía focal, un tipo de alteración que afecta a un grupo específico de músculos.

Los síntomas del Yips varían dependiendo de la actividad realizada y del individuo, pero generalmente incluyen temblores, espasmos, movimientos involuntarios y una marcada disminución en la coordinación.

Los temblores pueden ser leves o severos y suelen ocurrir en las manos y los brazos, los afectados notan que sus manos tiemblan involuntariamente cuando intentan realizar movimientos precisos, como sostener un palo de golf para un lanzamiento corto (putt) o lanzar una pelota.

Otro síntoma característico del Yips son los espasmos musculares, que pueden ser intermitentes o continuos y pueden afectar a diferentes grupos musculares, interfiriendo significativamente en la capacidad del atleta para controlar sus movimientos.

La falta de coordinación es otro síntoma común del Yips, lo que se traduce en que que los movimientos no son tan fluidos o precisos como solían ser y se produce una pérdida de control sobre la fuerza y la dirección de sus movimientos.

Además de los síntomas físicos, muchos afectados también experimentan síntomas psicológicos como ansiedad y estrés, ya que la anticipación de un rendimiento deficiente o el miedo a fallar pueden aumentar los niveles de estrés, lo que a su vez puede agravar los síntomas físicos.

El origen del término «Yips»

El término «Yips» tiene un origen específico y curioso dentro del mundo del golf, aunque su uso se ha extendido a muchos otros ámbitos profesionales donde la precisión y el control motor son importantes para el desempeño de la actividad.

El término «Yips» fue utilizado por primera vez por el famoso golfista escocés Tommy Armour, conocido como «El Gran Escocés». Armour, que ganó varios torneos importantes en las décadas de 1920 y 1930, utilizó la palabra para describir su propia experiencia con la pérdida repentina y temporal de la capacidad para realizar putts (el golpe final para introducir la pelota en el hoyo), un problema que afecta a muchos golfistas.

Tommy Armour popularizó el término en su libro *»A Round of Golf with Tommy Armour»*, publicado en 1953, donde describió los «Yips» como una condición que puede afectar a cualquier golfista, independientemente de su nivel de habilidad.

Según Armour, los Yips se manifestaban como temblores y espasmos involuntarios en las manos y los brazos justo en el momento de ejecutar un golpe, lo que hacía que fuera extremadamente difícil ejecutar putts con precisión.

Con el tiempo, el término «Yips» comenzó a ser utilizado para describir problemas similares de control motor en otros deportes y profesiones, por ejemplo, los jugadores de cricket pueden experimentar Yips al lanzar la pelota con precisión, al igual que los tenistas, que pierden la capacidad de servir correctamente bajo presión.

Más allá del deporte, el término ha sido adoptado por músicos, cirujanos y otros profesionales que requieren un control motor preciso en su trabajo diario, en estos contextos, los Yips se refieren a la aparición de temblores, espasmos y falta de coordinación que interfieren con la ejecución de tareas que antes se realizaban con facilidad.

Aunque el término «Yips» es ampliamente atribuido a Tommy Armour, su origen exacto no está completamente claro, ya que algunas teorías sugieren que la palabra podría estar relacionada con la onomatopeya de un sonido corto y agudo que representa la interrupción abrupta y nerviosa de un movimiento suave y controlado.

En cualquier caso, el término «Yips» ha sido ampliamente aceptado y se ha extendido su uso en múltiples disciplinas, y representan un fenómeno real que afecta a personas en múltiples profesiones y situaciones de la vida cotidiana.

A quién puede afectar el Yips

Según una investigación publicada en «Golf Science Journal», se estima que alrededor del 34% de los golfistas profesionales han experimentado Yips en algún momento de su carrera.

Pero no solo los deportistas pueden verse afectados por este problema, también los músicos por ejemplo pueden padecer esta afección, especialmente aquellos que necesitan un control motor preciso para tocar sus instrumentos, interfiriendo significativamente en la capacidad para ejecutar piezas musicales con la habilidad y precisión necesarias.

Los cirujanos y otros profesionales médicos, requieren de una precisión extrema y un control motor fino en su trabajo diario, por lo que el Yips en estas profesiones puede tener consecuencias graves, ya que un temblor o un espasmo muscular puede afectar negativamente a procedimientos delicados y poner en riesgo la vida de los pacientes.

Los artistas visuales, como los pintores, escultores y dibujantes, también pueden verse afectados por el Yips, ya que la precisión y el control motor son esenciales para crear obras de arte detalladas y realistas, y cualquier interrupción en estas habilidades puede afectar significativamente la calidad de su trabajo.

Está demostrado que los profesionales que experimentan altos niveles de ansiedad tienen un 45% más de probabilidades de desarrollar Yips en comparación con aquellos con niveles de ansiedad más bajos y también se encontraron diferencias significativas en la actividad cerebral de las personas afectadas con Yips en comparación con aquellas que no presentan este problema, mostrando los primeros una mayor activación en las áreas del cerebro asociadas con la ansiedad y el control motor.

Pero no solo los profesionales pueden padecer este problema, en la vida cotidiana, nos encontramos con multitud de situaciones en las que este problema puede resultar un incordio, por ejemplo al aparcar un coche en una plaza muy ajustada, al pintarse los labios, al enhebrar una aguja, al firmar documentos importantes, al manejar el ratón del ordenador, al pintar miniaturas,… en todos estos casos, los temblores asociados al Yips, afectan a nuestra precisión y por lo tanto al resultado de nuestras acciones.

 

Tratamiento del Yips

Las causas subyacentes del Yips pueden variar de un individuo a otro, por lo que no existe un único tratamiento para reducir los síntomas.

Uno de los más comunes es la terapia cognitivo-conductual (TCC), una forma de psicoterapia que se ha demostrado eficaz en el tratamiento de los trastornos de ansiedad, y que resulta útil para los profesionales con Yips. La TCC se centra en cambiar los patrones de pensamiento negativos y las respuestas de comportamiento que contribuyen a la ansiedad, y mediante la identificación y modificación de estos patrones, los afectados pueden aprender a manejar mejor su ansiedad y mejorar su rendimiento.

Las técnicas de relajación y mindfulness también pueden ser beneficiosas tratar el Yips, ya que estas técnicas ayudan a reducir los niveles de estrés y a mejorar la concentración. La práctica regular de mindfulness, por ejemplo, puede enseñar a los afectados a mantenerse en el presente y a no anticipar el fallo, lo que puede reducir la ansiedad y mejorar el control motor.

En algunos casos, puede ser necesario el tratamiento médico o farmacológico para reducir los síntomas del Yips. Los medicamentos como los betabloqueantes y los relajantes musculares pueden ayudar a reducir los temblores y los espasmos musculares. Sin embargo, en el caso de los deportistas profesionales hay que tener en cuenta que ciertas sustancias pueden estar prohibidos en competiciones deportivas

El entrenamiento específico y la adaptación de las técnicas a ejecutar también puede ser de ayuda para las personas afectadas por Yips. Trabajar con un entrenador especializado que entienda la condición puede ayudar a desarrollar estrategias para compensar los síntomas y mejorar el rendimiento, lo que puede incluir el ajuste de la técnica, la práctica de movimientos en situaciones de presión o el uso de dispositivos adaptativos.

Prevención del síndrome de Yips

Aunque no siempre es posible prevenir el Yips, existen estrategias que pueden ayudar a reducir el riesgo de padecerlo.

Una correcta gestión del estrés es fundamental para prevenir el Yips, por lo que es importante aprender a manejar el estrés de manera efectiva mediante técnicas de relajación, o mindfulness y también es útil mantener un equilibrio saludable entre la vida personal y la profesional para reducir el riesgo de desarrollar ansiedad y Yips.

El entrenamiento mental es otra estrategia importante para prevenir el Yips, los atletas pueden beneficiarse de trabajar con un psicólogo deportivo para desarrollar habilidades de afrontamiento y mejorar la resiliencia mental. El entrenamiento mental puede incluir técnicas como la visualización, el establecimiento de metas y la autoconversación positiva.

Mantener una buena salud física también es esencial para prevenir el Yips, hay que asegurarse de mantener una dieta equilibrada, dormir lo suficiente y seguir un programa de entrenamiento adecuado a la actividad que se realiza.

La supervisión y el apoyo de entrenadores y compañeros de profesión también son importantes para prevenir el Yips, el personal de apoyo debe estar atento a los signos de estrés y ansiedad en los deportistas y proporcionar el soporte necesario para ayudarlos a manejar estos problemas, fomentando un ambiente de apoyo y comprensión.

MARTA GUERRI

Referencias

The Relationship Between Perfectionism, Anxiety, Putting Performance and the Yips in Golf: Replication of Chambers & Marshall (2017) – https://www.golfsciencejournal.org/article/33644-the-relationship-between-perfectionism-anxiety-putting-performance-and-the-yips-in-golf-replication-of-chambers-marshall-2017
Yips – https://en.wikipedia.org/wiki/Yips
A round of golf with Tommy Armour – https://books.google.es/books/about/A_round_of_golf_with_Tommy_Armour.html?id=JnVVbaz1YPMC&redir_esc=y