DISCUSIÓN ABIERTA [Foro] Foros NOTAS DE PRENSA El efecto Dunning-Kruger

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    Fernando Pérez del Río
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    Número de entradas: 120

    “El efecto Dunning-Kruger es un sesgo cognitivo según el cual los individuos con escasa habilidad o conocimientos sufren de un sentimiento de superioridad ilusorio”, es decir, los que menos saben hablan de todo sin tener ni remota idea de lo que dicen. “Por el contrario, los individuos altamente cualificados tienden a subestimar su competencia relativa.”

    ¿Qué quiere decir esto? Pongamos un ejemplo: en una comunidad de vecinos hay una fuga de agua y casi siempre suele aparecer un vecino “X” que sabe perfectamente dónde está la fuga y sus causas estructurales, se sobreentiende que este vecino sobrevalora sus conocimientos aunque sea un incompetente y ajeno al tema. A continuación, el administrador de fincas llama a un equipo especializado en fugas, una empresa de fontanería con 30 años de experiencia y a un ingeniero cualificado que analizan conjuntamente el caso de la fuga y, tras el primer análisis, sostienen ser precavidos y necesitar un segundo análisis.

    Nuestro vecino “X” no solo tiene claro el problema, sino que infravalora al competente y la capacidad de los demás, es decir, sin tener ni usar ningún instrumento de presión cuestiona a los técnicos e incluso intenta imponer sus ideas con ahínco, puesto que se considera más inteligente y obviamente no reconoce su ineptitud.

    Algo que siempre me ha llamado la atención es por qué la gente que verdaderamente sabe, esto es, las personas que comprenden mejor la realidad, las que más estudian, son las que precisamente se suelen callar, y aunque sepan mucho más, no se animan a defender sus ideas con tesón y, por añadidura, no suelen hablar ni compartir enlaces en las redes sociales, ahora sabemos que son personas que dudan más.

    Esto me recuerda “el efecto del cuñado” que tanto ocurre en los encuentros de navidad -y la cumbre de este efecto se puede observar cuando se habla de política-, y dados los tiempos que corren, surgen con no poco brío miles de expertos en la monarquía, en psicosociopolítica y, con renovado entusiasmo, vemos opiniones rimbombantes de cantantes como Miguel Bosé sobre epidemiología microbiológica avanzada. Amén.

    FERNANDO PÉREZ DEL RÍO
    Dr. en Psicología | Consulta privada de psicología
    Profesor de la Universidad de Burgos
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Mostrando 2 respuestas a los debates
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    • PsicoActiva
      Participante
      Número de entradas: 149

      Gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo se deben a que los ignorantes están completamente seguros y los inteligentes llenos de dudas.

      La cita anterior proviene del filósofo Bertrand Russell y las investigaciones psicológica ha demostrado que tenía toda la razón.

       

      El efecto Dunning-Kruger: nuestra autopercepción distorsionada

      Según la cual los individuos con escasas habilidades o conocimientos, piensan exactamente lo contrario; se consideran más inteligentes que otras personas más preparadas, están en la certeza de que son superiores de alguna forma a los demás, midiendo así incorrectamente su habilidad por encima de lo real. Este sesgo o distorsión se debe a la inhabilidad cognitiva del sujeto de reconocer su propia ineptitud, debido a que su habilidad real debilitaría su propia confianza y autoestima. Por el contrario, los individuos competentes asumen, falsamente, que otros tienen una capacidad o conocimiento equivalente al suyo.

      David Dunning y Justin Kruger de la Universidad de Cornell fueron quienes estudiaron y describieron este curioso fenómeno, concluyendo que: «La mala medición del incompetente se debe a un error sobre si mismo, mientras que la mala medición del competente se debe a un error acerca de los demás».

      Estos dos psicólogos realizaron un riguroso experimento que fue publicado en The Journal of Personality and Social Psychology en diciembre de 1999, y que se basa en los siguientes principios:

      • Los individuos incompetentes tienden a sobreestimar sus propias habilidades.
        Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer las verdaderas habilidades en los demás.

      Tanto Kruger como Dunning habían investigado anteriormente sobre el fenómeno conocido por los psicólogos según el cual la mayoría de la gente tiende a valorarse a sí misma muy por encima de la media, cuando es estadísticamente imposible: así, es difícilmente comprensible que el 98% de los catedráticos de Universidad, según un estudio, esté convencido de que trabaja mejor que los demás.

      Para comprobar estas hipótesis, los investigadores reclutaron un grupo de estudiantes de la carrera de Psicología que debieron completar una serie de pruebas de pensamiento lógico, gramática y humor. A continuación los investigadores les mostraron las puntuaciones que habían obtenido y les pidieron que estimaran qué posición podían haber alcanzado en la tabla general.

      Los resultados finales fueron realmente reveladores:

      • Los estudiantes más brillantes, muy superiores a sus compañeros, estimaron que estaban por debajo. Los estudiantes mediocres se consideraron por encima de la media Los estudiantes rematadamente malos se mostraron convencidos de estar entre los mejores: de hecho, cuanto más inútil era el individuo, más seguro estaba de que hacía las cosas bien.

      Este experimento fue repetido en cuatro ocasiones más, y siempre se obtuvieron los mismos resultados. Hablando en términos estadísticos, los estudiantes que por las puntuaciones obtenidas se encontraban entre 12% de peor calificación, se auto-clasificaron dentro de lo que sería el 62% mejor. Mientras tanto, la gente con conocimiento real tiende a subestimar su competencia. Así pues, los más incompetentes, según la doctora Kruger, sufrían un doble agravio: “no sólo llegan a conclusiones erróneas y toman decisiones desafortunadas, sino que su incompetencia les impide darse cuenta de ello”. En todo caso, y como se ha apuntado frecuentemente, el efecto Dunning-Kruger es una reafirma la vieja máxima de Charles Darwin: “La ignorancia engendra más confianza que el conocimiento”.

      Por fortuna, un estudio posterior sugiere que los estudiantes más incompetentes mejoran tanto su nivel de habilidad como su habilidad para estimar su posición en la clasificación, sólo tras haber recibido muchas clases en las habilidades que no tenían. Por tanto, la solución propuesta a este sesgo cognitivo sería que al incompetente se le debe decir, directamente, que es incompetente.

      Posteriormente, en el 2004, investigadores de la Universidad de Columbia confirmaron que el efecto Dunning-Kruger no solo se aplicaba a las áreas de las habilidades intelectuales sino también en las áreas motoras, las competencias interpersonales y la comunicación.

      Lado positivo y lado negativo del efecto Dunnig-Kruger

      Lo peor de todo esto no es sólo lo incómoda e irritante que pueda llegar a ser una persona que padece el efecto Dunning-Kruger, sino que su incompetencia le conduce también a tomar decisiones erróneas y, por si fuera poco, le impide darse cuenta de ello. Otro agravante más que se añade a este engorroso efecto, es que las personas incompetentes probablemente han estado recibiendo todo tipo de comentarios sobre ello desde hace años, pero nunca les ha hecho efecto. Así pues, a pesar de los múltiples comentarios y de, seguramente echar a perder tareas en su trabajo a menudo, los incompetentes todavía no creen que son incompetentes.

      El lado positivo de todo esto es que, según algunos detractores del efecto Dunning-Kruger, el hecho de sobreestimar nuestras propias habilidades puede ser un indicador de bienestar psicológico. De modo que ya sabes, si padeces este efecto podrás ser un incompetente, pero afortunadamente estarás satisfecho contigo mismo y con tus logros.

    • PsicoActiva
      Participante
      Número de entradas: 149

      El fenómeno Dunning-Kruger está más presente de lo que pensamos y aún podemos observarlo más en la época de las redes sociales. Dos personas entablan un debate. Uno de ellos es experto en una materia concreta, por ejemplo, medicina. Otro de ellos, por diversas circunstancias no posee conocimientos sobre el tema. ¿Qué ocurre en muchos casos? El que carece de conocimientos se empeña en llevar más razón que el que sí sabe de un ámbito concreto. Es más, es incapaz de ver los logros y las habilidades ajenas. ¿Cuántas veces nos hemos encontrado en mitad de un debate o discusión con otra persona cuyos conocimientos son más escasos que los nuestros pero se aferraban a su punto de vista? ¿Cuántas veces alguien que carece de cierto conocimiento nos ha querido desacreditar en algo que sí dominamos?

      En el año 1999, los psicólogos David Dunning y Justin Kruger descubrieron un fenómeno muy curioso basado en dos principios:

      1-Los individuos incompetentes tienden a sobreestimar sus propias habilidades.
      2-Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer las verdaderas habilidades de los demás.

      Para profundizar en estos dos principios, diseñaron un experimento en el que midieron las habilidades intelectuales y sociales de diversos estudiantes y después les pidieron una autoevaluación. ¿Qué resultados obtuvieron? En palabras de los propios investigadores:

      1-Los alumnos más brillantes, consideraban que estaban por debajo de la media.
      2-Los mediocres consideraban que estaban por encima de la media.
      3-Los menos dotados y más inútiles se mostraban convencidos de estar entre los mejores.

      Lo que Dunning y Kruger averiguaron, es que este fenómeno psicológico muestra que algunas personas con escasas habilidades y conocimientos, sufren lo que se podría considerar un efecto ilusorio de superioridad. Esto es, tienden a pensar que saben mucho más de lo que saben y a considerarse más inteligentes que individuos con una preparación más extensa. Todo ello fruto de que su propia incompetencia, les dificulta reconocer tanto sus limitaciones y errores así como reconocer la competencia de los demás. Sin embargo, no se quedaría ahí, ya que mientras aquellos más ignorantes tienden a sobrevalorar sus competencias, los que realmente gozan de una preparación más amplia suelen tender a subestimar su potencial.

      Como describe el equipo de Gómez-Puerta (2019), «los individuos menos competentes tienden a sobreestimar su competencia y rendimiento, mientras que los sujetos más competentes tienden a subestimarse, considerando que su competencia y rendimiento es inferior al real».

       

      ¿Por qué se produce el fenómeno Dunning-Kruger?

      Detrás del fenómeno Dunning-Kruger parece esconderse un sesgo cognitivo. Tversky y Kahneman (1983), definen los sesgos cognitivos como «formas no razonadas en que se toman las decisiones permitiendo hacer deducciones sin caer en un alto nivel de esfuerzo, lo que podría desencadenar que la toma de decisiones sea de manera tendenciosa o errada». Este tipo de errores ocurren a causa de nuestra forma de procesar la información. La mente toma atajos para obtener la respuesta más rápida posible. Por lo que si la información que tenemos es pobre y nuestra forma de procesar la información no es la más eficaz, el resultado de nuestra decisión será pobre.

      Cuando alguien posee escasas habilidades de razonamiento y bajos niveles de conocimiento, la decisión final tenderá a ser de baja calidad. Además, no solamente suelen llegar a conclusiones erróneas sino que son incapaces de darse cuenta de sus limitaciones. Kruger y Dunning (2002) describen que una de las posibles causas de la falta de conciencia de las propias limitaciones es «la existencia de habilidades metacognitivas insuficientes para evaluar el propio desempeño en un determinada área profesional». De esta forma y como afirman Mobius, Niederle, Niehaus, y Rosenblat (2011), el individuo se enfrenta ante la «dificultad para realizar reflexión crítica sobre el propio trabajo como fundamento para la mejora continua del desempeño»

      Consecuencias sobre el propio individuo

      Como recoge el equipo de Gómez-Puerta, se trata de un efecto especialmente relevante ya que «condiciona seriamente las posibilidades de mejora continua en el ámbito profesional». Al no ser conscientes de nuestras necesidades de mejorar, podemos caer en la no reflexión personal y tender a desacreditar a los demás. Del mismo modo que ocurre en el ámbito laboral y académico ocurre en el ámbito diario. Observamos a nuestro alrededor, en foros, en redes sociales, personas cuyo conocimiento sobre una materia es limitado pero su seguridad y creencia de una superioridad es abrumadora.

      Por otro lado, un efecto positivo que tiene sobre el individuo el fenómeno Dunning-Kruger, es que al no tener conciencia de sus limitaciones, es más feliz. Piensa que su forma de ver la vida es la correcta. Vive sobreestimándose y consigue ser más feliz que aquellos más aptos. Los que poseen más habilidades en el procesamiento de la información y poseen cierta formación, tienen conciencia tanto de sus limitaciones como de lo «poco» que saben con respecto a todo lo que se podría saber. Por ello, ese punto de vista más realista puede llevarles a pensar que sus habilidades son más limitadas, y en muchas ocasiones, les pueden ocasionar ciertos problemas de autoestima.

    • Dominga de León
      Invitado
      Número de entradas: 643

      «¡Gracias!» Adhiero a los escritos, en mi querido país se ha inducido el deterioro del conocimiento.

      La negación, el subestimar el saber está institucionalizado.  La ignorancia es un enemigo cruel destruye humanidad, distorsiona lo instintivo que nos habita naturalmente,  capacidad de supervivencia, de autosuperación, la capacidad de amar, más allá del amor romántico, el erotismo y la seducción (perversión) .

      «¡Abrazos!»

       

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