DISCUSIÓN ABIERTA [Foro] Foros NOTAS DE PRENSA DOOMSCROLLING o buscar malas noticias

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    El cerebro juega un papel crucial en la visualización de malas noticias

    El hecho de estar siempre mirando malas noticias en redes sociales o de leer cada dato preocupante es un hábito que se ha incrementado y se ha vuelto común en muchas personas durante la pandemia del coronavirus. Este acto se denomina ‘doomscrolling’ y se define literalmente como «desplazarse interminablemente a través de las malas noticias».


     

    Ahora, un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis (Estados Unidos) ha demostrado cómo la biología del cerebro parece tener un papel crucial en este hábito.

    Así, los investigadores han sido capaces de identificar «áreas y células específicas en el cerebro que se activan cuando un individuo se enfrenta a la elección de aprender u ocultarse de la información sobre un evento desagradable no deseado que el individuo probablemente no tiene el poder de prevenir», explican en el comunicado emitido por la propia Universidad.

    ¿Cómo lidian los cerebros con toda la información recibida?

    Estos descubrimientos, publicados en la revista Neuron, podrían arrojar algo de luz sobre «los procesos subyacentes a las condiciones psiquiátricas como el trastorno obsesivo compulsivo y la ansiedad». También en el resto de situaciones, ya que todos «nos enfrentamos al diluvio de información que es una característica de la vida moderna», especifican.

    «Nuestros estilos de vida modernos podrían estar remodelando los circuitos de nuestro cerebro».

    «Los cerebros de las personas no están bien equipados para lidiar con la era de la información», asegura el autor principal de la investigación, el profesor de neurociencia, neurocirugía e ingeniería biomédica, Ilya Monosov. En este sentido, las personas están siempre revisando y buscando noticias y «nuestros estilos de vida modernos podrían estar remodelando los circuitos de nuestro cerebro que han evolucionado durante millones de años para ayudarnos a sobrevivir en un mundo incierto y en constante cambio», añade el experto.

    Durante 2019, los investigadores identificaron en monos dos zonas del cerebro involucradas en el «seguimiento de la incertidumbre sobre eventos anticipados positivamente, como las recompensas». Así, el incremento de actividad en dichas áreas «impulso la motivación de los monos para encontrar información sobre las cosas buenas que pueden suceder».

    Diferentes actitudes ante las noticias negativas

    Lo que no tenían claro los investigadores era si estos mismos circuitos se activaban en el caso de información sobre eventos anticipados negativamente. Los investigadores estudiaron si los animales buscaban saber lo que iba a suceder si desviaban la mirada o querían una segunda señal a través de un experimento. Asimismo, en otro experimento dejaron que los monos pudieran elegir entre diferentes símbolos y sus resultados.

    Como sucede con los seres humanos, ambos monos tenían diferentes actitudes ante las malas noticias: uno quería saber y otro prefería evitar esta información. En cambio, tenían la misma opinión en el caso de ser buenas noticias. «Cuando se les dio la opción de averiguar si estaban a punto de recibir algo que les gustaba, como jugo, ambos decidieron constantemente averiguarlo», explican.

    De tal manera que descubrieron que «las actitudes hacia la búsqueda de información sobre eventos negativos pueden ir en ambos sentidos, incluso entre animales que tienen la misma actitud sobre los eventos positivos y gratificantes», destaca Ahmad Jezzini. «Para nosotros, eso fue una señal de que las dos actitudes pueden estar guiadas por diferentes procesos neuronales», añade.

    «Comenzamos este estudio porque queríamos saber cómo el cerebro codifica nuestro deseo de saber qué nos depara el futuro», subrayó Monosov al respecto, porque «la disponibilidad constante de información es un nuevo desafío para nosotros».

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      El Doomscrolling y la adicción a las malas noticias por Isabel Farias

      Doomscrolling es un término nuevo con el que se hace referencia a todas aquellas personas que constantemente están absorbiendo malas noticias.

      A este término de origen reciente, y que se considera que surgió en el 2018, también se le conoce como “Doom Scroll Till Dawn”, lo cual se traduciría como un “deslizamiento negativista hasta el amanecer”, una práctica que hoy día muchas personas están haciendo.

      Hay quienes están toda la noche leyendo noticias negativas que afectan su bienestar, o apenas inicia el día también lo hacen.

      Es comprensible el querer estar informados, pero también hay quienes cruzan la línea de lo normal e incurren en el exceso. La tecnología y las redes sociales también lo hacen más fácil en la actualidad.

      Doomscrolling, o navegar por Internet siguiendo todas las noticias terribles y cómo estas avanzan, pudiese ser un comportamiento cuya explicación reside en el mecanismo de supervivencia que todos los seres humanos poseen.

      Es decir, el individuo buscaría estar informado de todas las tragedias para prepararse con antelación y sobrevivir, sin embargo, este estado continuo de alerta, provocado por la incesante cantidad de información pudiese ser fatal, ya que la persona podría terminar sufriendo de estrés, por ejemplo.

      De hecho, un estudio llevado por Gao, sobre la relación entre los problemas de la salud mental y la exposición a las redes sociales, arrojó entre sus resultados que existe una prevalencia muy alta entre los problemas de salud mental y la exposición continua a las redes sociales.

      Entre los problemas que encontró el mencionado autor, figuraba la ansiedad e incluso la depresión.

      Algunas personas parecen ser adictas a recibir noticias fatales de forma seguida a través de sus móviles, pero también hay quienes podrían simplemente buscar información para estar atentos ante cualquier situación futura, sin embargo, esto debe hacerse con equilibrio.

      El contenido en los medios y el doomscrolling

      Algunas personas también se ven más tentadas a incurrir en esta práctica del doomscrolling porque los medios de comunicación en ciertos momentos lo hacen más fácil.

      El contenido que se redacta en las noticias muchas veces lo que busca es convertirse en un detonante que apele a las emociones primarias del ser humano, pues, siempre se intenta que el lector se informe, pero que también asuma una posición con la línea editorial del medio.

      Por ello, las personas leen las noticias y sienten indignación o miedo, lo cual activa zonas cerebrales asociadas a la supervivencia.

      De forma evidente, cuando solo se buscan malas noticias, los algoritmos de los buscadores mostrarán más contenido de ese fatalista que se ha consumido, y así inicia un ciclo que no termina.

      “Cliquear continuamente” no es saludable, puesto que se puede convertir en una práctica automática, o en un mal hábito.

      Cuando el doomscrolling se ha convertido en un hábito, la persona ya no se da siquiera cuenta de lo que está siendo, sino que de forma inconsciente continúa observando, leyendo y consumiendo noticias fatales.

      Aunque una persona se sienta tentada, si ya se ha percatado que hace mucho doomscrolling, entonces es momento de detenerse para reflexionar sobre su salud mental.

      Para comenzar, los dispositivos pueden ser programados para que el scroll interminable termine, así que, esto se puede desactivar y evitar que los sitios carguen contenidos de forma infinita.

      Quienes son muy adictos, también pueden recurrir a un truco sencillo, pero eficaz: colocar la pantalla en escala de grises. Con esta opción, muchas imágenes y contenido perderán relevancia.

      Los algoritmos también pueden ser modificados cuando se comienza a hacer búsqueda de nuevos contenidos, otros más saludables y que también incluyan una serie de temas atractivos.

      De ser necesario, también se puede optar por instalar alguna aplicación que ayude a gestionar el tiempo en el que se está frente a la pantalla, así la persona podrá salir de ese círculo automático.

      En el lugar de “favoritos” se pueden colocar cuentas de redes sociales o páginas que incentiven el bienestar.

      Entre las tantas aplicaciones que existen hoy día, también se pueden instalar aquellas que sean motivadoras, o suscribirse a sitios en los que cada día la persona reciba frases diarias positivas.

      El doomscrolling comienza siendo algo que pasa desapercibido, hasta que se convierte en una adicción nociva que deteriora la salud mental de quien lo padece. Ser conscientes, romper el ciclo y asumir el comportamiento con responsabilidad, son pasos cruciales para evitar ser arrastrados por esta inmensa ola.

      Por último, quien no logra desconectarse por completo ni gestionar su tiempo frente al móvil haciendo doomscrolling, también tiene la opción de desconectarse completamente.

      Esto quiere decir que se puede dejar el móvil en otra área de la casa y comenzar a hacer otras actividades más saludables, como pintar, escuchar canciones alegres, leer una buena novela, entre otras opciones.

      La risa tiene un poder muy efectivo que trae beneficios a nuestro bienestar. Ver comedias con un familiar puede ser algo tan sencillo, pero efectivo para dar el primer paso y comenzar a vivir de una manera que permita ver el futuro con optimismo.

      Bibliografía

      Feerrar, J., Dean, K., Hammer, K., & Griffin, K. (2020, November). Digital Wellness: Navigating the Messiness of Being a Person Online. In Northeast Media Literacy Conference 2020.
      Gao, Junling & Zheng, Pinpin & Jia, Yingnan & Chen, Hao & Mao, Yimeng & Wang, Yi & Fu, Hua-Hua & Dai, Jun. (2020). Mental health problems and social media exposure during COVID-19 outbreak. PLOS ONE. 15. e0231924. 10.1371/journal.pone.0231924.
      Markham, A. N. (2020). Pattern Recognition: Using Rocks, Wind, Water, Anxiety, and Doom Scrolling in a Slow Apocalypse (to Learn More About Methods for Changing the World). Qualitative Inquiry.
      Paulsen, P., & Fuller, D. (2020). Scrolling for data or doom during COVID-19?. Canadian Journal of Public Health, 111(4), 490-491.

    • Jaime Santillana
      Invitado
      Número de entradas: 643

      Solo ver el video sobre «transhumanismo» en el que hablan de todo un poco y lo quiere incluir en la misma ensalada. Esto demuestra lo fácil que es hacer ensaladas para comerselas crudas ¡Qué imaginación! Salud2.

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