-
Debate
-
“Y tu cabeza está llena de ratas. Te compraste las acciones de esta farsa y el tiempo no para. Yo veo el futuro repetir el pasado, veo un museo de grandes novedades y el tiempo no para, no para”. Gustavo CorderaTratar de mantener el control a cualquier costo y sentirse como si se estuviera en una lucha permanente por sobrevivir, no es moco de pavo.Toda la escritura de Donald Trump busca ocultar su vulnerabilidad. Su falta de identificación con el dolor y el sufrimiento son reales. Por eso vive ilusoriamente en un espacio ideal donde no puede ser perjudicado. Quiere (firma) pero no puede (Texto). Su hegemonía en todos los procesos y su fuerte autosuficiencia no le van a permitir ver y comparar opiniones, ni siquiera de su mismo equipo, lamentablemente.Orgulloso, narcisista, vanidoso, terco, arrogante polémico, desconectado de los sentimientos, hegemónico y determinante. Pero también muy inteligente, fuertemente optimista, extremadamente analítico, muy crítico y sensible a las críticas. Y con una autoestima realmente envidiable.Se siente omnipotente e invulnerable como “Terminator”. Un perro alpha. Es inflexible y carece completamente de empatía lo que lo muestra como un líder sin corazón ni humanidad. Eso sí, no podemos dejar de afirmar que es extremadamente agresivo, amoral, físicamente violento y destructivo. Una fuerza animal se desprende de su grafía.Trump no solamente desea estar en guerra sino que disfruta de la guerra.No lo conocemos personalmente ni en su intimidad. Y su letra no la hemos tenido en nuestras manos pero un altísimo porcentaje nos indica que está absolutamente fuera de su eje. Y una estructura visceral como la de Trump (un 8 sexual en el sistema del Eneagrama) puede convertirlo en un tirano que no vacilará en destruir todo, incluyéndose a sí mismo, en lugar de someterse, rendirse o retroceder.De su grafismo emerge el miedo de que otros se aprovechen de él; por eso toda oportunidad es buena para imponer en primer lugar su criterio: es necesario que los pueblos sepan quién es el jefe y quién tiene el control.No es capaz de ver a los demás como iguales. No le importa ni el otro ni el qué dirán. No solamente molesta lo que dice sino también la forma en que lo dice.Trump ve todo como un auditorio de voluntades y está tenazmente confrontando, amedrentando y desafiando a la gente para conseguir sus objetivos. El niño rebelde e insurrecto. Como canta Gustavo Cordera de La Bersuit: “Las noches de frío es mejor ni nacer, las de calor se escoge matar o morir…”Disculpen si los llamo caballeros, pero todavía no los conozco bien"Groucho MarxAntes de terminar este sencillo análisis deseo remarcar algunos puntos – muy importantes a mi criterio – y que emergen de su grafismo:1. En el primer párrafo de esta hermenéutica escribí que toda la escritura de Donald Trump busca ocultar su vulnerabilidad. La gestalt del escrito – a simple vista – muestra una escritura de apariencia cargada, pastosa y pesada. Sin embargo lo que vemos en un “efecto”, una “ilusión óptica”. Trump utilizó, utiliza y ojalá no la siga utilizando, una lapicera-fibrón de punta ancha que produce una sensación de mucha descarga de tinta y – por ende – de energía. Pero es todo lo opuesto: al usar este tipo de lapicera no existe desgaste, ni de tinta ni de energía (Lowe). Se guarda la energía. No es que no la tiene; simplemente no la derrocha.Parece, pero no es. Hace creer pero no es cierto.Claro que – como se afirma en el Budismo – lo que importa es la motivación y no solamente la acción. Si sonrío, pero mi corazón está lleno de odio, entonces mi sonrisa se vuelve violenta.2. Muchos grafólogos han tratado de comparar su firma con la del jerarca nazi Heinrich Himmler.Pero existen diferencias muy marcadas entre un grafismo y otro. Visualmente son parecidas pero grafológicamente poseen muchas diferencias. Veamos algunas:Trump oculta su falta de fuerza y energía permanentes ayudado por el bastón del fibrón que como un encapsulador no nos permite ver el interior. En cambio, Himmler era transparente: su sadismo y brutalidad eran rítmicos, permanentes y emergían en su grafismo con cualquier elemento escriptor. Era su estilo de vida dentro y fuera del bunker.En Trump la debilidad debe ser ocultada manteniendo siempre un estilo de letra y un estilo de pluma. ¿Cómo es su grafismo – desde la imagen de la Forma – realizado con una lapicera común? Digo desde la Forma ya que ésta es la más consciente de las tres imágenes heissianas. Su presión será siempre su presión.Otro elemento a tener en cuenta son los gestos regresivos de Trump en contraposición a los desplazados de Himmler.En Trump la inclinación es vertical. En Himmler era hacia la derecha, haciéndolo mucho más pasional y no tan rebelde como Trump.En Himmler la escritura es ligada (más empático, adaptable y racional que Trump) mientras que en el electo presidente de los EEUU la escritura es caligráfica y desligada salvo en su firma-rúbrica.En Trump podemos encontrar algunos elementos derivados de la curva. En Himmler, exclusivamente ángulos. En Trump la venganza puede llegar a ser descartada. En Himmler, nunca.En fin… ya lo decía nuestra querida María Elena Walsh hablando de los ejecutivos tipo Trump: “…y además tienen la sartén. La sartén por el mango y el mango también”.
Geplaatst door sencillezyorden.es op Zaterdag 9 september 2017
JULIO CAVALLI
Psicólogo | Pedagogo | Profesor | Director SP
Buenos Aires | Argentina
-
@https://juliocavalli.com/
@jfku.academia.edu/JulioCavalli
@facebook.com/portal.grafologico
-
LIBRO ESTRELLA:
https://www.sencillezyorden.es/libros-estrella/la-grafologia-como-disciplina-autonoma/
-
---
@sencillezyorden.es/users/julio-caballi/favorites
- Debes estar registrado para responder a este debate.