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La versión electrónica de la obra de Agustín Ubieto Arteta Cómo se formó Aragón que publica ahora en Internet la Institución Fernando el Católico, es una reimpresión digital de la edición original realizada en 1982. No se trata de una actualización ni de una segunda edición, simplemente se han transformado las diapositivas en archivos de imagen digital y el texto en texto html para que el conjunto de materiales pueda ser consultado a través de la red y empleado en el aula mediante los actuales cañones de proyección.
Introducción del autor a la edición original de 1982
El Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Zaragoza viene publicando, desde 1978, varias series o colecciones cuyos títulos -Investigación, Educación Abierta, Anexos, La educación y su estructura, Informes y, en cierto modo, las Jornadas sobre el Estado actual de los estudios sobre Aragón- son ya suficientemente conocidos.
Cada una de estas series tiene objetivos y temática específicos, desde la investigación pura hasta la divulgación, pasando por la presentación de instrumentos de trabajo, orientaciones metodológicas, experiencias didácticas, encuestas y sondeos de opinión en la esfera docente, etc.Quedaba, sin embargo, una laguna por llenar, aquella que tratara de aportar al profesorado materiales de apoyo para su clase. Por esta razón, en parte, nació en 1980 la serie de cortometrajes didácticos Comprender Aragón, en estos momentos bastante llena de contenidos: Los nombres de nuestros pueblos, El lenguaje de los castillos, El lino y el cáñamo, El Derecho aragonés, indultado, El porqué de los despoblados, El debe y el haber de los monasterios, San Juan de la Peña, más que un monasterio y El cómo y el porqué de las diócesis. Pero, en definitiva, los cortometrajes colmaban sólo una parte de la laguna. Era preciso y lo sigue siendo proporcionar a nuestro profesorado mapas, textos, transparencias, estadísticas, filminas y diapositivas de temas variados.
Por eso el año 1982 ha visto el nacimiento de una colección nueva, la denominada Materiales para la clase, colección que inauguraban M.ª Pilar QUEROL INSA y Rosa CEBOLLADA LANGA con sus Documentos para la comprensión de la Historia contemporánea.
Varios docentes seleccionan en estos momentos antologías de textos filosóficos, de inglés, matemáticos o artísticos; otros preparan diapositivas de matemáticas, botánica, geología, arte o literatura. El presente trabajo es, por lo tanto, el segundo eslabón de una cadena que está haciéndose.
Cómo se formó Aragón constituía una serie de 96 diapositivas de mapas históricos (ahora en imagen digital), cada una de las cuales va acompañada de un comentario. La empresa no ha sido nada fácil. Hubo que «inventar» la técnica de la confección de los mapas, probar materiales, combinar colores, idear sistemas de reproducción y de rotulación… Demasiado para un centro que tiene medios humanos y materiales limitados.
De la parte técnica quedó encomendado Francisco J. TARONGI CEBOLLA, colaborador del I.C.E. desde sus comienzos. En su trabajo quedaban incluidos tanto la dirección de la confección material de los mapas, realizados en cartulinas de colores, como su posterior fotografiado. Los dos sabíamos que aquello era un reto. En el mercado no existía prácticamente nada parecido a lo que deseábamos, o, cuando lo había, nos encontrábamos con el más absoluto secreto sobre cómo hacerlo. Era un reto, pero confiar en Francisco Tarongi a esas alturas no era ninguna locura. Su capacidad estaba más que demostrada en la confección de microfilm, en el manejo del Circuito Cerrado de Televisión (CCTV) y últimamente tras la cámara de 16 mm. para filmar los cortometrajes de la serie «Comprender Aragón», en la que ha alcanzado cotas muy altas. El buen resultado salta a la vista, pero, según él, la serie nueva que ya se está realizando será mucho mejor.
Para la realización técnica, Tarongi ha contado con la colaboración de Maite CEDAZO LAFUENTE y Ana A. PALLARÉS GASIÓN. Dibujar, proyectar, contornear, calcar, recortar, pegar, rotular, corregir y pintar, entre otras tareas, ha sido su trabajo diario durante las tardes de muchos meses. Paciencia, constancia, pulcritud, exactitud, minuciosidad y, sobre todo, afán de superación han sido sus actitudes esenciales; sus aptitudes para el trabajo saltan a la vista.
Mi tarea se limitó a proporcionar los mapas originales sobre los que trabajar. Unos han sido fáciles de lograr; otros son obra de auto es diversos, cuya paternidad queda consignada en cada caso; algunos han requerido muchas lecturas y no poca reflexión; los hay también fruto de investigaciones propias.
Por otra parte, había que dar al conjunto el mayor grado posible de cohesión interna, de manera que todos los mapas estuvieran interrelacionados. Pero la serie, por cuestiones diversas, debía ser limitada; quizás por ello se echen en falta algunos aspectos o temas, como los lingüísticos, por ejemplo, pero he jugado con la ventaja de saber que ésta es una primera parte y que le espera una segunda. En ella tendrán cabida, sin duda, muchas de las ausencias actuales.
Nuestro ex-reino es tan rico en acontecimientos y matices históricos que fue necesario poner límites cronológicos a la obra. Ahora se presentan los mapas que nos llevan desde los albores del hombre en el valle medio del Ebro hasta que Aragón como tal se gestó y consolidó en la Edad Media; la serie que ha de completar a ésta abarcará desde 1492 hasta hoy.
El objetivo principal de Cómo se formó Aragón es de índole didáctica. Es cierto que cualquier persona le puede sacar jugo, sobre todo si se auxilia con el comentario que cada mapa conlleva; pero más bien está pensada para nuestros estudiantes, aunque a través de sus profesores. A estos últimos van dirigidos fundamentalmente los comentarios aludidos, de ahí que todo el conjunto forme parte de Materiales para la clase.
Se observará que en todos los comentarios existen llamadas constantes de atención. [v. mapa 73], por ejemplo, es una referencia al mapa 73 y a su glosa, en la que se hallará, sin duda, una ampliación, una relación o una consecuencia del tema correspondiente. Por otra parte, esos comentarios no son meras descripciones de «lo que se ve» en cada mapa, más bien se trata, en general, de delimitaciones históricas, de llamadas e invocaciones a los hechos acaecidos en torno al tema representado.
La elección del tema y de su contenido no tiene más significación que el hecho de ser el primer peldaño de una escalera. Hubiera deseado comenzar con un ejemplo de «historia local», pero ello plantea bastantes inconvenientes y limita demasiado el abanico de posibles destinatarios. Por eso comencé con la región histórica propia. A ésta seguirá -se está realizando ya- una serie de cerca de doscientas diapositivas sobre España, titulada Génesis y desarrollo de España. La meta es una tercera serie sobre Historia universal.
Por último, debe quedar bien patente que esta aportación supone tan sólo un medio didáctico más para enseñar historia. Lecturas, explicaciones, excursiones y películas, entre otros, son sus compañeros de viaje. Este no es ningún libro de texto, son «materiales para una clase».
Dr. Agustín Ubieto ArtetaLA FORMACIÓN DE LA CORONA DE ARAGÓN Y SU EXPANSIÓN PENINSULAR
En 1137, Ramiro II, rey de Aragón, firmaba los esponsales de su hija Petronila, que contaba con un año de edad escasamente, con el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV, si bien el matrimonio no se celebró hasta 1151. Se unían así, o, mejor dicho, se «confederaban» así el reino de Aragón y el condado de Barcelona, porque ambos estados conservaban su autonomía, de modo que el catalán jamás se tituló rey de Aragón. Surgía de esta manera, aunque entonces no se tenía conciencia de ello, la llamada Corona de Aragón.
Esta unión se efectuaba cuando uno y otro estado ni siquiera estaban próximos geográficamente, puesto que les separaban los condados independientes de Pallars, de Urgel y los almorávides de Lérida.
El concepto político e institucional de la denominada Corona de Aragón, suma de estados diferentes, no surgió en el siglo XII, sino en el XIV, durante el reinado de Pedro IV (1336-1387), a la par que su configuración territorial fue también lenta [v. mapa 56] y, desde luego, posterior al enlace de Petronila y Ramón Berenguer IV.
La confederación tomó el nombre del estado que en el momento de su formación, en 1137, tenía mayor categoría dentro de la escala política, el reino de Aragón frente al condado de Barcelona. Esta primacía tuvo también carácter jurídico, como puede observarse y se hizo valer en determinados momentos del proceso de Alcañiz-Caspe, cuando compromisarios aragoneses, valencianos y catalanes se reunieron para elegir un nuevo rey, una vez extinguida la línea directa de la dinastía que originara la «confederación».
La Corona de Aragón terminará siendo un amasijo de estados, de categoría jurídica muy diversa [v. mapa 58], y en lugares también diversos, destacando, entre los peninsulares, los reinos de Aragón y Valencia y el condado de Barcelona, además del reino insular de Mallorca, aunque éste no siempre estuvo unido a ella.
Cada territorio integrante conservó su propia identidad jurídica y administrativa, si bien el representante legal será uno sólo, el rey de Aragón.
CUANDO ARAGÓN NO ERA ARAGÓN
Permítaseme comenzar este libro con el adorno de pluma ajena, porque cuanto me interesa decir en este instante está escrito en otras ocasiones y por autores diversos. He elegido, no obstante, el fragmento que transcribo porque, en muy pocas palabras, recoge la idea esencial de cuando Aragón no era Aragón:
«Todos sabemos cómo Aragón es una lenta creación cultural y sobre todo jurídico-política que acaece sustancialmente en la Edad Media. Nada anterior a eso (ni los neandertales de Alacón, ni los pintores rupestres de Albarracín, ni los «campaniformes» de Borja o de Belchite, ni los indoeuropeos de un poco por todas partes) es «aragonés». Tampoco lo es a mi juicio, ni poco ni mucho, Marcial. Ni Braulio, ni Tajón. Son lejanísimas raíces con las que ocasionalmente hay que contar pero que estructuralmente no explican nada.
»Tampoco son específicamente aragonesas las características heredadas de la romanización; o, a menos, no está hoy en condiciones la ciencia histórica de hallar continuidades peculiares entre las tierras del «Convento Jurídico Caesaraugustano» actualmente aragonesas y ese complejo ser colectivo (que incluye diversas formaciones socio-económicas) que será el Aragón creado sobre todo por la fusión cristiano-pirenaica y musulmana. Exceptuando la pervivencia de las redes de comunicación y de las grandes líneas del regadío romano, el resto de las supervivencias, tal y como hoy nos es dado verlas, o bien pertenecen a la categoría de los hechos elementales o bien no son rastreables científicamente».
(Tomado de Guillermo Fatás, «La Antigüedad», en «Los aragoneses». Colección Fundamentos, 57. Madrid, Ediciones Istmo, 1977, págs. 67-69).
Teniendo en cuenta que el contenido de esta obra va dirigido fundamentalmente a escolares, a través de sus profesores, nada más claro para aquéllos que ilustrar gráficamente cuanto se acaba de transcribir literalmente. En este caso repetiré palabras propias, entresacadas de un libro que aparecerá pronto, esperemos.
«El nombre de Aragón y los contenidos de todo tipo que tal denominación encierran son relativamente modernos. Nacen y se desarrollan a partir de la Edad Media, tras la invasión musulmana. Es decir, Aragón como tal sólo tiene una vida de unos doce siglos, mientras que la presencia humana en las tierras que se llamarán así se remonta, por ahora, a unos cien mil años. Dicho de una manera gráfica: si pusiéramos de pie ciento una fichas de dominó, sólo una, aproximadamente, la última, correspondería a la historia de Aragón. No obstante, nuestra región es más vieja, históricamente hablando, que otras muchas regiones o nacionalidades hispanas.
»Las cien fichas de dominó restantes corresponden a unos pueblos y culturas que no podemos denominar aragoneses, aunque vivieran en tierras que luego coincidirían con Aragón. Nos referimos a ellos como antecesores que, de alguna manera, han influido en nuestro pueblo. De esas cien fichas, noventa y nueve, aproximadamente, corresponden al período que se ha dado en llamar Prehistoria, caracterizado por el desconocimiento de la escritura».
Los mapas siguientes tratan de conectar al interesado por las cosas de su tierra, de una manera muy sintética y gráfica, con algunas de sus raíces
I. CUANDO ARAGÓN NO ERA ARAGÓN
1. Restos del Paleolítico y Epipaleolítico
2. Yacimientos neolíticos
3. Poblados eneolíticos
4. Arte rupestre
5. Sepulcros megalíticos
6. Edad del Bronce: yacimientos
7. Edad del Hierro
8. Restos griegos y fenicios
9. Los pueblos prerromanos
10. Cecas ibéricas
11. Origen de las monedas ibéricas halladas en Azaila
12. Expansión de las monedas ibéricas de Bolscan (Huesca)
13. Grandes etapas de la conquista romana
14. El Aragón actual pasa a poder de Roma
15. División provincial de Hispania
16. Sertorio domina el valle del Ebro (77 a.C.)
17. División administrativa de Augusto (7 a 2 a.C.)
18. División administrativa de Diocleciano (293 d.C.)
19. Convento Jurídico Cesaraugustano (División de Augusto)
20. Restos de la civilización romana
21. Expansión del Cristianismo (siglos III-V)
22. Restos paleocristianos
23. Los pueblos germánicos entre 409-429
24. Europa Occidental en 476
25. Hispania en 476
26. El reino visigodo en la época de Leovigildo (573-586)
27. Límites provinciales del reino visigodo (586)
28. Restos visigodos
29. Sedes episcopales visigodas
30. Asistencia de los obispos hoy aragoneses a los concilios visigodos
31. Zaragoza, confluencia de invasiones (siglos V-VII)
32. Los «territoria» premusulmanes (siglo VIII)CUÁNDO SURGE ARAGÓN Y CÓMO SE HIZO NACIÓN
Cuando algo está escrito con claridad y, además, con pocas palabras, pero las precisas, nada más inteligente que recordarlas con exactitud. Unas simples «comillas» garantizan su autoría:
«Todas las regiones españolas se configuraron en sus límites actuales durante la Edad Media (711-1492). Y sólo el nombre de Galicia tiene antecedentes romanos, si bien sus extensiones durante la época romana y medieval fueron diferentes».
«El nombre de Aragón como testimonio de una agrupación geográfica, que unía a una comunidad humana bajo un mismo gobernante, es de los más antiguos de España. El nombre de Castilla aparece por primera vez hacia el año 800; el de Navarra, justamente el año 1087; el de Cataluña es más tardío. Los documentos auténticos indiscutibles son de pleno siglo XII, aunque algún investigador (Udina) defiende otros del siglo XI, que en muchos puntos han sido considerados como falsos. En cualquier caso, este nombre y el de Navarra serían teóricamente coetáneos. El nombre de Portugal es del siglo XII, y el «reino de Valencia» emana de 1239″.
«El nombre de Aragón, con su conde Galindo, se cita por vez primera en un documento del año 828; Ribagorza surge un poco más tardíamente, pero siempre antes de las fechas dadas arriba.
«Aunque los nombres «Aragón» y «Ribagorza» sirvan desde 828 para designar unas comunidades humanas lo cierto es que unos años antes tales comunidades estaban ya constituidas. Se sabe que el año 809 murió el conde Aureolo, que quizás gobernaba en las tierras del valle de Echo. Existen testimonios anteriores, pero de momento prescindimos de ellos».
«Todo permite afirmar que en torno al año 800, bajo la «protección» del emperador franco Carlomagno (768-814) estaba organizado el condado de Aragón, que englobaba las tierras de los valles de Ansó, Echo y Canfranc. Al mismo tiempo en la cuenca del río Noguera Ribagorzana actuaban los condes de Toulouse (Francia) y organizaban dicho valle bajo su dependencia, con el conde Bigón, pasando luego a manos del conde aragonés Aznar Galíndez I, para volver nuevamente (848) a depender de la casa condal francesa. Finalmente se instauró una dinastía indígena, que se hizo independiente, si bien estuvo siempre en relaciones incluso familiares con los condes de Aragón y luego con sus reyes. Estos fenómenos de creación de entidades políticas no se dieron sólo en las regiones indicadas, sino que se produjeron en todo el Pirineo, donde los reyes francos dominaron por medio de sus condes; por ejemplo, los francos conquistaban Barcelona el año 801, donde instauraban un condado propio».
«El nombre de Aragón se extendió paulantinamente desde los valles citados hasta alcanzar los límites actuales, y aun superarlos. Primero, a la «Canal de Berdún» y al valle de Tena, dentro del siglo IX. Ribagorza quedó dentro de los límites primitivos durante ese período»….
… «Aragón constituye una creación medieval y cristiana. No tiene una unidad basada en una región natural geográfica -y lo mismo ocurre con las distintas regiones españolas-, ni lingüística, étnica o cualquier otra de las que pueden motivar la aparición de un «estado». En Aragón, a lo largo de varios siglos se creó un grupo humano, que tuvo una unidad jurídica y legal, una organización política, una unidad monetaria. Pero su desarrollo duró prácticamente cuatrocientos años, aunque fue casi exclusivamente durante el siglo XII cuando se fraguó su personalidad, que luego perduraría y le diferenciaría de otras regiones». «Para estudiar la creación y desarrollo histórico de Aragón hay que tener en cuenta un elemento clave, que normalmente se olvida: el distinto concepto económico y político de los cristianos y de los musulmanes»…
(Tomado de Antonio UBIETO, Historia de Aragón. 1: La formación territorial. Zaragoza, Anubar, 1981, págs. 5-6).
A través de los mapas que siguen, vamos a intentar adentrarnos en un enmarañado tejido de actitudes, tensiones, intereses, fuerzas contrapuestas, progresiones, retrocesos, acciones personales, logros de grupo… Vamos a intentar «ver» cómo se formó Aragón.
33. Expediciones musulmanas conquistadoras (siglo VIII)
34. Dominación musulmana del valle del Ebro (siglo VIII)
35. Los Banu Qasi en el siglo VIII
36. Dominios de Musa ibn Musa (mitad del siglo IX)
37. El Pirineo aragonés hasta 920
38. El Pirineo aragonés, en la órbita de Navarra (siglo X)
39. Incursión de Abd al-Malik en 1006
40. Los dominios de Sancho III
41. La obra aragonesa de Sancho III el Mayor de Navarra (1004-1035)
42. Aragón, de condado a reino: Ramiro I
43. En Aragón actual a mediados del siglo XI
44. Los reinos de taifas (siglo XI)
45. Taifa de Albarracín (1085)
46. La taifa zaragozana de al-Muqtadir (1046-1082)
47. La amenaza a los grandes núcleos musulmanes del valle del Ebro (siglo XI)
48. Conquistas aragonesas en Levante (1093)
49. Navarra, repartida entre Aragón y Castilla (1076)
50. La Península en 1100
51. Significado de Alfonso I el Batallador (1104-1134)
52. Origen de la ayuda externa a Aragón
53. La obra de Alfonso I el Batallador
54. Final de la reconquista y configuración territorial aragonesa (siglos XII-XIII)
55. La formación de la Corona de Aragón y su expansión peninsular
56. Configuración de la frontera entre las Coronas de Castilla y Aragón
57. Zonas de influencia en el Norte de África
58. La expansión mediterránea catalano-aragonesa
59. La frontera navarro-aragonesa
60. Tierras que dependieron de Aragón
61. El sistema de tenencias (siglos XI-XII)
62. Las tenencias aragonesas al este del Cinca (siglos XI-XIII)
63. Poblaciones donde corría la moneda jaquesa (1279-80)
64. El condado de Ribagorza desde 1322
65. La guerra de los dos Pedros
66. Transitoria ampliación de Aragón (1706)
67. Las provincias actuales
68. Los monasterios (siglos IX y X)
69. Los monasterios (siglo XI)
70. Los monasterios bajo-medievales
71. Dominicos y Franciscanos
72. Las Comunidades aragonesas
73. Sobrecollidas y peajes (siglos XIV-XV)
74. Sobrejunterías aragonesas a finales del siglo XIII
75. La posesión de la tierra a comienzos del siglo XVII
76. Los fueros aragoneses en el siglo XII
77. El fuero de Jaca y su difusión
78. Los fueros de «extremadura» y su difusión
79. Los fueros de Zaragoza-Aragón en Valencia
80. Ciudades y villas con representación en Cortes (baja Edad Media)
81. Lugares donde se reunieron Cortes medievales
82. Los principales productos agrarios y su distribución (baja Edad Media)
83. Materias primas y especias (baja Edad Media)
84. Minería (baja Edad Media)
85. Industria (baja Edad Media)
86. El comercio en la baja Edad Media
87. La población mudéjar y judía (baja Edad Media)
88. Las veinticinco poblaciones más habitadas en 1495
89. Densidad de población en 1495
90. Los caminos de Santiago en España
91. El camino aragonés de Santiago
92. Límites diocesanos orientales
93. Las diócesis actuales
94. Difusión del arte románico
95. Expansión del arte mudéjar
96. Expansión del arte góticoEL ARAGÓN MODERNO Y CONTEMPORÁNEO
Como se acaba de ver, es durante la Edad Media cuando se forja y afianza Aragón. Entre otros, serán pilares principales la Corona, las Cortes, la Diputación del Reino, el Justicia y el Derecho foral. Cabecera desde el siglo XII de una auténtica confederación de estados de entidad diversa -la llamada Corona de Aragón-, su peso específico irá decayendo poco a poco dentro de ella, pero, no obstante, aún contribuirá a la unidad ibérica.
En la Edad Moderna, Aragón será pasto del centralismo y de las ideas autoritarias de Austrias y Borbones, por un lado, y víctima de sus propios problemas internos, por otro, amén de su alejamiento de las rutas comerciales y económicas que animaron a otras regiones hispanas, siendo especialmente delicado el siglo XVII. A comienzos del XVIII, Aragón se vio obligado a renunciar a sus instituciones más significativas, las que le conferían su ser: Corona, Cortes, Diputación, Justicia y Derecho, aunque de éste quedó una parte indultada que nos ha llegado hasta hoy, nuestro Derecho Civil. Una nueva organización político-administrativa importada cambió el semblante del antiguo Reino, que todavía tuvo arrestos para contribuir al bien común con personajes de la talla del Conde de Aranda, Manuel de Roda, José Nicolás de Azara, Pignatelli, Luzán, Ignacio Jordán de Asso, Andrés Piquer o Goya, entre otros.
Pero la conciencia aragonesista no decayó. La Guerra de la independencia, muy al contrario, proporcionó nuevos motivos de reactivación, y ahí están las Cortes de 1808, convocadas por Palafox en Zaragoza, o la actuación del turolense Vicente Pascual y los demás aragoneses en las Cortes de Cádiz defendiendo las peculiaridades del antiguo Reino. No puede extrañar, por lo tanto, que a lo largo del siglo XIX los carlistas que buscaron adeptos para su causa en nuestra tierra ofrecieran, a cambio de ayuda, la restauración de pasadas libertades e instituciones forales siempre añoradas.
Por otra parte, consecuencia retardada del Romanticismo, resurge en toda España el sentimiento regionalista encabezado por Cataluña, País Vasco y Galicia. En Aragón, el regionalismo sirvió de bandera a los burgueses progresistas, pero la participación popular fue entonces escasa.
En pleno siglo XX, es la etapa republicana cuando el sentimiento regionalista, y autonomista incluso, alcanzó mayores cotas, llegando a cristalizar en varios proyectos de Estatuto sobre Aragón: el «Estatuto del Nuevo Aragón» (1931), debido al regionalismo de derechas; el «Estatuto» de las izquierdas, salido de Caspe en mayo de 1936; y un tercer proyecto que se presentaba como apolítico, surgido en Zaragoza, en junio de 1936. La «Guerra Civil» dio al traste con todos ellos, aunque durante la misma naciera el efímero «Consejo Nacional de Aragón», sito en Fraga y admitido por Largo Caballero, en diciembre de 1936.
La «era de Franco» adormeció los anhelos aragonesistas, aunque nunca dejaron de existir. Hoy esa conciencia se refuerza, aunque a veces contra corriente.
Este es el marco general de la historia de Aragón que queda por plasmar en mapas, en el volumen segundo.
NOTA IMPORTANTE.
La versión electrónica de la obra de Agustín Ubieto Arteta Cómo se formó Aragón que figura en esta página web es una reimpresión digital de la edición original realizada en 1982. No se trata de una actualización ni de una segunda edición, simplemente se han transformado las diapositivas en archivos de imagen digital y el texto en texto html para que el conjunto de materiales pueda ser consultado a través de Internet y empleado en el aula mediante los actuales cañones de proyección. Institución Fernando el Católico, Zaragoza, 2005.
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