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Debate
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“La grafología es una técnica científica que estudia características de la personalidad de un individuo a través de los gestos gráficos que aparecen en su escritura. Cuando alguien escribe, vierte sobre el papel la proyección de sí mismo; es algo que hacemos de una forma inconsciente, directa y espontánea”, explican Consuelo Santillán y Elías de Marcos, directores de proyectos del GMG (Grupo Madrileño de Grafología). “Según piense y actúe una persona, así será su forma de escribir o dibujar, ya que, por mucho que nos empeñemos en imitar la letra de otra persona, tarde o temprano se reflejarían alguno de nuestros rasgos característicos, ya sea a nivel de velocidad, presión, tamaño, etc”.
En esta escritura manuscrita de S.M. El Rey Felipe VI, cuando contaba con tan sólo trece años de edad, ya nos hablaba de un niño inteligente, metódico, ordenado, tímido, prudente, educado e introvertido, que no se dejaba influir por nada ni por nadie, con envidiables principios éticos y morales y con apego al área familiar.
Se observa un cierto orden en los márgenes, tanto derecho como izquierdo, aunque existe una ligera irregularidad, que nos habla de emotividad que, en su caso, visto el conjunto de rasgos gráficos escriturales, nos transmite una emotividad controlada.
Ese cierto orden en los márgenes, regularidad en la inclinación de las letras y la rectitud en sus líneas, reforzado por la escritura desligada, utilización de arcos, letra en apariencia pequeña y óvalos cerrados, nos indica que controlaba muy bien sus emociones.
Según explica el Grupo Madrileño de Grafología se observa con papel milimetrado cómo las líneas, aunque descienden, guardan una cierta rectitud, no siendo normal en escrituras de niños de esa edad, lo que habla de principios éticos y morales, además de disciplina.
El descenso de las líneas nos indica un cansancio físico o psicológico por el que atraviesa en ese momento puntual, algo normal, visto en cualquier escritura, cuando se realiza algún tipo de esfuerzo, ya sea físico o psicológico. El margen izquierdo está ligeramente en decreciente, lo que indica el apego a su área familiar.
La sangría existente en el escrito guarda un cierto orden, lo que indica metodología y buena clasificación.
La aparición de sangrías en las escrituras de niños de esta edad indica inteligencia. Consciente de la responsabilidad que conllevaba su cargo de Príncipe de Asturias, se esforzaba en lograr con perfección las tareas encomendada.
Los retoques observados en algunas de sus letras nos hablan de perfección.
La escritura desligada, la presencia de óvalos cerrados, letra pequeña y la utilización de arcos, nos habla de una persona prudente, introvertida y reservada.
A pesar de su control emotivo y de la rigidez en principios, no se mostraba una persona fría ni apática, ya que la inclinación vibrante de las letras, ligeramente hacia la derecha, le hacía ser un niño cordial y con sentimientos que mostraba hacia los demás.
La variación en grados de la inclinación es pequeña pero suficiente.
Sin embargo, como cualquier adolescente, asomaba en su escritura los cambios hormonalesque se estaban produciendo, pudiéndose observar laletra “s” torcida que indica oposición, típico de la escritura de adolescentes.
Las únicas palabras que difieren de las demás se producen cuando habla de Asturias, concretamente “de mi corazón”, donde observamos cómo las letras que forman estas palabras se encuentran más separadas que las del resto del escrito, indicando grandeza cuando se refiere a Asturias, delatándole, en esta ocasión, su plano más inconsciente.
A continuación el discurso completo.
FRANCISCO JAVIER HUERTA MUÑOZ
(Fundador de ESMAGRAF y Secretario de AEDEG)
"Asociación Europea de Expertos en Documentoscopia y estudios Grafísticos" www.aedeg.es
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