Respuesta a: El simbolismo de los logos

 

Fecha: 19.11.2012

 

Autor: Amadeo Palliser

 

 

Siguiendo las diferentes aportaciones en este foro respecto a los logos, puede observarse que prácticamente los principales aspectos ya han ido apareciendo, y si bien es verdad que cada uno de esos aspectos podría desarrollarse hasta el infinito, ya que el tema del simbolismo gráfico (color, forma, etc.), la intencionalidad de los mensajes subliminales, etc., son capítulos fundamentales de estudio en los ámbitos antropológico y psico-social.

 

 

Y, como no, también en los estudios económicos, pues es evidente que todos y cada uno de esos aspectos están estudiados y ponderados en su justa medida por las grandes agencias publicitarias para atender las demandas de sus clientes, y que sus campañas de marketing faciliten que éstos puedan vender sus productos; y éste es el fin último de los logos, identificar para atraer; y en un mundo como el actual, tan sobresaturado de estímulos visuales y sonoros, y que todo cambia a una velocidad de vértigo, lo que se demanda de un logo es que impacte rotunda y rápidamente.

 

 

Aún hoy en día es muy recomendable la lectura del famoso ensayo “No logo”, de la canadiense Naomi Klein, publicado hace una década, sobre la influencia de las marcas en la sociedad, y las prácticas empresariales que las rigen.

 

 

Centrándonos en el aspecto psicológico de la percepción, diferentes estudiosos como Deutsch, Neisser, etc., discreparon de las teorías de la Gestalt, al postular que la percepción podía desmenuzarse en distintas fases que conforman un arco continuo, desde la mera respuesta fisiológica de los sentidos, hasta la compleja y definitiva percepción racional. Y en cada una de esas fases hay una serie de filtros selectivos, que priorizan o frenan el paso de cada uno de los estímulos a la fase siguiente, en función del interés que tiene para el organismo y, en definitiva, para el propio ser. (Con mi amigo Palmiro Viñas, precisamente en este momento estamos ultimando un nuevo trabajo sobre la percepción de la obra de arte gráfico, partiendo tanto de los autores mencionados como del corpus teórico de la psicología dinámica).

 

Pues bien, volviendo al tema de los logotipos, consideramos que el cuidado estudio de su color y forma busca incidir en el primerísimo nivel de la percepción, en el que los inputs son el color, la forma, los haces luminosos o sonoros, etc., y los outputs son respuestas fisiológicas que inciten nuestras pulsiones de atracción, y así el estímulo puede ir superando los niveles perceptuales, hasta llegar al nivel cognitivo, reforzándole, por lo tanto, sus huellas mnémicas, ya que en esa fase de la percepción se produce todo un proceso, en el que la memoria es parte fundamental.

 

En el caso contrario, si el estímulo no es suficientemente poderoso como para superar esos primeros filtros, evidentemente, habrá fracasado, al menos transitoriamente, ya que es evidente que hay muchos otros aspectos que inciden en cada momento.