Ídolos de Papel: “La Trampa de Copiar Experiencias”

Sin duda,  un tema fascinante y, a la vez, un poco peligroso: cómo una experiencia personal, por intensa que sea, puede acabar convirtiéndose en un ídolo, en una verdad absoluta que, en lugar de ayudarnos a avanzar, nos deja completamente paralizados.

Arrancaremos viendo cómo fabricamos estos ídolos de la experiencia, luego nos detendremos en el caso de Carl Jung para observar un patrón que se repite una y otra vez. Finalmente, exploraremos la alternativa: el camino del crecimiento y la responsabilidad personal. ¿Cuándo lo personal se convierte en regla universal? Aquí está la pregunta que guía toda esta pequeña reflexión:  ¿En qué momento exacto la historia de una persona se transforma en un manual de instrucciones para los demás?

Es una línea muy fina, y la cruzamos mucho más de lo que pensamos.

 

Jung: del dolor personal al mito global

Fijémonos en un caso conocido: Carl Jung. Su crisis personal, su viaje a lo más profundo de su mente, se convirtió en la base de un sistema de arquetipos que hoy se estudia y, en muchos casos, casi se venera en todo el mundo.

Su dolor pasó a ser teoría para todos. Y aquí surge la pregunta colágeno, pero necesaria:
¿A quién admiramos de verdad? ¿Al hombre que sufrió y exploró, o al mito que hemos levantado sobre su sufrimiento?

Su proceso, profundamente ligado a su cultura y momento histórico, se nos presenta como una verdad universal, un camino que todos supuestamente debemos seguir.

El ejemplo más extremo: su Libro Rojo. Un diario personal, tratado por algunos como si fuera una Biblia. ¿El resultado? Idolatría pura. Esto genera alienación, un sentimiento de que para ser válidos debemos replicar la experiencia de otro, en lugar de vivir nuestra propia historia.

El patrón que se repite

Lo potente de analizar a Jung es que deja ver un patrón que se repite:

-Experiencia intensa.
-Universalización – convertirla en regla para todos.
-Idolatría – elevarla a mito.
-Externalización de responsabilidades – no hacerse cargo.
-Alienación – desconectarnos de nosotros mismos.

Este patrón no se limita a ideas o teorías; también puede extenderse a comportamientos extremos, como el suicidio, que la psicología ha documentado que puede imitarse en ciertos contextos sociales. Y digo, ciertos. La lección es clara: copiar experiencias ajenas sin filtro local y crítico puede ser peligroso.

Alta sensibilidad: herramienta o muro

Este mismo patrón lo vemos hoy con la alta sensibilidad/PAS. Puede ser útil para entendernos, pero algunas personas lo usan como escudo, como justificación para no enfrentarse al reto de crecer.

Un rasgo puede ser una herramienta que nos ayude a movernos por el mundo o un muro que nos frene y limite nuestra identidad.

Psicología en movimiento

Si el problema es que creamos ídolos y levantamos muros, ¿cuál es la alternativa?

La psicología no es un museo de emociones congeladas. Es una caja de herramientas viva, algo que se mueve y nos sirve para nuestro propio camino.

Este camino activo nos pide varias cosas:

-Ser críticos con la información que recibimos
-Gestionar nuestras emociones
-Asumir la responsabilidad de transformar nuestro sufrimiento en aprendizaje

La ciencia moderna, como la neurociencia, refuerza esta idea: nuestra mente funciona de manera orgánica y verificable, no siguiendo ciegamente experiencias aisladas de otros.

Crecer de verdad

Cualquier divinización de lo personal es un atajo hacia la inmovilidad, la alienación y la ilusión de autoridad.

Crecer de verdad significa:

-Mirar hacia adentro
-Hacerse cargo de lo propio
-Convertir lo subjetivo en funcional para nuestra vida
-No levantar monumentos para que otros los admiren

Antes de convertir nuestra propia historia en dogma, mito o privilegio, qué vamos a hacer con ella? Cómo la vamos a usar para crecer de verdad? ¿Piensas que convertirla en un manual de mandamientos solucionará tu crecimiento personal? ¿No te suena a Biblia?

Porque la verdadera maestría no está en los ídolos que veneramos, sino en cómo transformamos nuestras propias experiencias en herramientas de crecimiento, dentro de nuestro contexto y nuestra identidad.