-
Debate
-
Fecha: 19.01.2011Autor: Alicia MartínezEstas muestras propuestas por Sencillez y Orden, me han hecho volver a recapacitar sobre la dificultad existente entre lo que el "emisor" trata de exponer y lo que al "receptor" realmente le llega.Cuando estudiamos la escritura, en primer lugar y evidentemente, los grafólogos clasificamos las variables, las interrelacionamos y, así, vamos construyendo la información sobre la persona analizada. Pero, si alguien cree que con ello está la tarea prácticamente acabada, creo que se confunde.Queda la segunda parte, no menos importante: exponer de forma clara y concreta lo que hemos observado, adaptándonos al destinatario del informe, cuidando de evitar cualquier mal entendido que pudiera darse.(Podemos hacer una prueba y darles a varias personas –por separado- el mismo mensaje; por ejemplo, que son orgullosas Y tras una pequeña pausa para que asimilen, preguntarles que qué han entendido que les estamos diciendo. Seguro que las respuestas son sorprendentes y variopintas).La orientación del informe variará si va dirigido al propio interesado, a un familiar o, tal vez, es una empresa quien solicita el perfil de un candidato a un determinado puesto de trabajo. O, quizá se trate de un estudio de un personaje histórico. Si se centra en una persona o es un estudio de compaginación de caracteres.Tampoco hay que olvidar que el grado de autoconocimiento personal varía de una persona a otra y que todos poseemos puntos ciegos sobre nosotros mismos. Tomar conciencia de quiénes somos y asumir nuestros puntos débiles, es una tarea que requiere tiempo y valentía.Quizá el informe sea un punto de partida para ello.Por ello entiendo que el estudio de personalidad, cuando es para el propio interesado, es una buena invitación a la reflexión interior.Saludos cordiales.
GRAFOTEC
grafologiagrafotec.es
-----------
sencillezyorden.es/users/alicia-martinez/topics
Mostrando 3 respuestas a los debates
Mostrando 3 respuestas a los debates
- Debes estar registrado para responder a este debate.